viernes, 20 de diciembre de 2013

Muñecos: el juego sociodramatico

Juego sociodramático y diferencias de género: una experiencia en Educación Infantil


INTRODUCCIÓN
El juego sociodrámatico o juego complejo de representación de roles, es la forma de juego más frecuente entre los niños y niñas del segundo ciclo de Educación Infantil. Jugar a papás y mamás, a las tiendas o a los médicos, es algo que ocurre a diario en  las clases de Educación Infantil. Y de hecho en todas ellas existe el rincón de la casita con juguetes que reproducen los objetos reales del interior de los hogares: cacharritos, cocinita, fregadero, muñecos, etc….Pero nos hemos preguntado alguna vez   ¿ por qué hacen esto nuestros alumnos/as? O ¿qué aprendizajes se desprenden de este tipo de actividades?
Como docente de esta etapa con dieciséis años de experiencia he visto practicar este tipo de juegos en mis clases en muchísimas ocasiones. Durante años he visto como niños y niñas reproducían los comportamientos adultos y practicaban sus conocimientos sociales en el escenario del aula. He visto a las niñas, con mucha más frecuencia que a los niños, cuidar de los muñecos, cocinar, planchar, fregar los platos…He visto a los niños, con mucha más frecuencia que a las niñas, utilizar herramientas,  practicar  conductas violentas fingiendo ser animales o personajes mágicos, pero nunca me detuve a observar en detalle estos comportamientos, y tampoco  realicé nunca una intervención activa en este tipo de juegos, al menos nada que fuese más allá de evitar conflictos o abusos entre compañeros/as. Aunque si me preguntaba a menudo cómo eran tan distintos los comportamientos de varones y mujeres  a tan temprana edad. Tampoco nunca recogí, en el proyecto curricular, ni en la programación  los objetivos de estas actividades.
En realidad tuvieron que pasar muchos años antes de que cayera en la cuenta de que  este tipo de juegos  son un reflejo de los aprendizajes sociales y constituyen un campo abonado de aprendizaje y desarrollo. Merece la pena, por tanto, reflexionar sobre ello y hacerlo visible en el currículo.  Después de leer a  Piaget ( 1961,1971), Vygotski (1979,1980,199),  Elkonin (1980), Bruner (1981,1984), Ortega (1991,1992,1999), Linaza (1981,1984,1991), Bretherton(1984)…, y después de asociar estas lecturas con las de Juan Fernández (1988,1996), Barberá (1977,1998) Davies (1994), Hyde (1995), Valcarcel (1997), Victoria Camps.(1990,1998)…, decidí investigar sobre el tema para buscar una forma de intervenir como educadora en el aula en un sentido coeducativo. Respecto a este concepto  debemos tener en cuenta que una  escuela verdaderamente coeducativa no es una institución neutral  donde se educa de igual forma, y en el mismo espacio a niños y a niñas; sino una institución que trata de reducir las desigualdades entre los individuos de cada sexo.
Un planteamiento verdaderamente coeducativo  supone una intervención activa  por parte del docente en el aprendizaje de actitudes y comportamientos sociales, morales y afectivos. Una vez comprendida la importancia del juego de representación de roles en los aprendizajes sociales  ¿ por qué no utilizar  este juego  como recurso para desarrollar estos aprendizajes?.
Partimos del  enfoque socio- cultural (Vygotski, Elkonin, Bruner) en el que el  juego sociodramático es analizado en profundidad, llegando a considerarlo como un importante valor socializante y trasmisor de cultura. Este juego es calificado desde este enfoque como una forma de representación del mundo social en el que viven los escolares;  y esta representación se rige por normas.  Como explica Vygotski en un capitulo dedicado al juego en su clásico libro  Los Procesos Psicológicos Superiores,  no existe juego sin reglas. La situación imaginaria de cualquier tipo contiene, ya en si ciertas reglas de conducta, aunque estas no se formulen explícitamente ni por adelantado ( 1979, p. 144) Las reglas que rigen este juego son las que se refieren , como ya expusimos, a la coherencia del guión , a la forma de representar los personajes y al modo de transmitir  la información entre los/as distintos/as jugadores/as. De forma que por ejemplo si una niña está representando a una  madre tendrá que atenerse a las normas de conducta del personaje y no podrá  dar brincos, chupar el chupete, o pelearse con  otro personaje aunque le apetezca., en el juego el/la niño/a  deberá superar los impulsos inmediatos y subordinarse a la regla, para obtener un placer mayor;  el  que le proporciona el propio juego.  Por esto, afirma Elkonin  (1980), que los niños y  las niñas  realizan  en el juego de representación un  ejercicio de autocontrol que les sitúa por encima  de su nivel en la vida real , lo que hace considerar al juego como creador de una zona de desarrollo próximo, tanto en un sentido intelectual, como social y afectivo.
Además el juego sociodramático proporciona un terreno propicio para la comunicación  y la interacción entre iguales, ofreciendo un marco adecuado para el consenso, para llegar a acuerdos entre compañeros/as de juego; proporcionando un escenario ideal, donde cada uno puede exponer sus ideas sin temor a equivocarse, porque sólo se trata de un juego; y esto da un margen de error y una libertad de acción que pocas veces se vive en otras actividades en el marco escolar. En el juego socio-dramático  practican lo que saben sobre el mundo social en el que viven; sobre temas como la familia, la escuela, Centro de Salud, comercios…. y también sobre las relaciones con las personas, como  expresan su cariño, como actúan cuando se enfadan, etc. Los niños y niñas acumulan la información  recogida a través de sus experiencias personales en esquemas cognitivos, que nunca están exentos de componentes afectivos, y utilizan estos esquemas para desplegar el juego de representación.
  Podemos decir, sin temor a equivocarnos que el juego imita  a la vida. Pero tiene la ventaja de que en esta actividad el error no está penalizado (Bruner, 1984).  Los individuos aprenden los comportamientos sociales a la vez que participan en ellos.; y para sentirse   aceptados como sujetos socialmente competentes, necesitan además, identificarse, o al menos aceptar,  los roles  que de una u otra forma la sociedad impone,  entre los que se encuentran los roles de género, muy enraizados con la propia identidad.
Por tanto para integrarse y ser aceptado como persona, cada individuo debe   declararse  perteneciente a una de las dos categorías de género y excluido de la otra, necesita identificarse como fémina o como varón.  Los esquemas de género  que se desarrollan son fruto de las experiencias sociales en las que se refuerzan las conductas  socialmente aceptadas y se castigan, o no se refuerzan las conductas desaprobadas. Una sonrisa o un ligero  gesto bastan  en muchos casos para modificar los comportamientos. Por ejemplo cuando un niño se pinta los labios o juega con un carricoche, un gesto de desaprobación puede ser determinante para entender que su conducta no es la adecuada. A medida que esto ocurre los niños y niñas van desarrollando sus propias construcciones mentales de lo que debe ser o hacer un chico o una chica y lo que no debe ser o hacer. Tampoco debemos dejar de lado la influencia de la imitación de modelos y del aprendizaje por observación, que permite que niños y niñas se identifiquen con personajes socialmente reconocidos que coinciden con su propio género.  Quizá sea este el momento y el lugar para proponer una acción positiva, para que se incorporen más profesores varones a la Educación Infantil. De esta forma, los modelos  que se ofrecerían en esta importante etapa, que  supone además de aspectos educativos conductas de cuidado y atención, incluiría personas de ambos  sexos por igual evitando, como ocurre en la actualidad, que al ser desempeñados en su inmensa mayoría por mujeres, los/as alumnos/as que estamos educando asocien estas actividades  como exclusivas del  género femenino.
Pero si queremos hacer del juego sociodramático que se practica en el marco escolar un recurso para el aprendizaje de pautas sociales  de comportamiento que no estén encorsetadas por el estereotipo, si queremos favorecer una variedad de formas de constituirse en hombre o en mujer ¿ qué podemos hacer?. ¿ Podemos, como decía Bruner, constituirnos en ingenieros del juego?. Para responder a esto lo primero que necesitamos es conocer la cultura lúdica de nuestros/as alumnos/as. Y además debemos tener presente que el juego es una actividad placentera; y si nuestra intervención se hace bruscamente, con excesivo dirigismo,  el juego pierde gracia y  muere. Por tanto la actitud abierta y colaboradora del docente es imprescindible para que los cambios sean aceptados, pues no hay nada que los/as niños/as perciban más claramente que la diferencia entre una propuesta lúdica sincera y  la  pretensión del adulto de  que el juego  se convierta en un trabajo. Por esto es necesario en primer lugar observar y analizar la cultura lúdica de nuestro aula , para poder adecuar las propuestas de juego  a las características de los alumnos y alumnas que tenemos.
OBJETIVOS
Después de esta reflexión  llegamos  a la conclusión de que lo primero que había  que hacer era realizar una observación detallada. Y así fue como empezó este trabajo. Al terminar los cursos de doctorado  planifiqué mi trabajo de investigación  sobre este tema  siguiendo estos objetivos:
1. Observar y analizar los comportamientos de niños y niñas en el juego sociodramático, y comprobar si las actuaciones son diferentes entre uno y otro género.
2. Comprobar si estas diferencias comportamentales en el juego se orientan en la dirección de los estereotipos de género.
3. Observar si estas diferencias se mantienen en los distintos escenarios de juego estudiados.( la casita, los disfraces, el restaurante, el taller, el Centro de Salud)
4. Analizar y descomponer las acciones lúdicas más significativas de estas diferencias.
5. Reflexionar sobre las medidas que una Escuela realmente coeducativa debería tomar para trascender estas diferencias, y apuntar algunas orientaciones prácticas al profesorado de Educación Infantil que ofrezcan a niños y niñas la posibilidad de desarrollar identidades de género abiertas a través de las conductas  lúdicas de representación.
DESARROLLO DEL PROYECTO
En este trabajo se ha utilizado una metodología de carácter etnográfico, es decir que se ha  utilizado la observación participante en una de las aulas de Educación Infantil  del colegio de Las Vegas (Corvera) mientras los niños y las niñas jugaban en los rincones.
La autora de este trabajo realizó las  observaciones en el nivel de 5 años, a pesar de que su tutoría era de 4 años, porque  a esta edad  los juegos son más ricos y los guiones desarrollados son más complejos. Para ello ha utilizado  las sesiones en las que disponía de la ayuda de la profesora de apoyo en su propia tutoría para registrar  las observaciones en la clase de 5 años. Como el principal objetivo  de este trabajo era ver las diferencias comportamentales entre niños y niñas en cuanto a la elección de roles, la acciones representadas, los guiones desplegados, etc, elegimos varios escenarios de juego distintos. Uno de ellos pertenece a un ámbito de dominancia  femenino, otro masculino, y el resto pueden ser considerados como  neutros por ser ocupados de  igual modo por varones y mujeres.
De esta forma se han  realizando 10 registros de juego de cada uno de estos ámbitos. Hasta completar 30 observaciones lúdicas.
10 registros en el  Rincón de la casita- (ámbito de dominancia femenina).
10 registros en el Taller mecánico-(ámbito de dominancia masculina).
10 registros del Centro de Salud, Restaurante, Disfraces (ámbito neutro).
Los registros se han recogido por escrito. La duración de cada registro era aproximadamente de media hora, aunque esto variaba en función de las actividades realizadas y de cuestiones organizativas. Aunque algunas sesiones han sido grabadas en video  y otras en audio, el ruido general de la clase hacía imposible recoger los diálogos en las grabaciones de audio y en el video ocurría lo mismo, a pesar de las imágenes era imposible seguir las entramadas actividades, secuencias de dialogo y acciones encadenadas  de los juegos de representación. Así  que al final la técnica que se mostró más útil fue el registro por escrito en el cuaderno de campo.
La observadora permanecía sentada con su libreta registrando el juego que niños y niñas desplegaban tomando nota de lo que hacían  y decían. Las observaciones se recogieron después en unas hojas de registro (ver modelo) en la que se incluía la fecha, los participantes, los personajes, y se recogía el guión desplegado.
La familiaridad de la observadora permitió mantener la naturalidad de la situación. El hecho de que los registros no se realizase en la propia tutoría también constituyó una ventaja; ya que los/as alumnos/as  se dirigían para resolver sus problemas a la tutora. Es decir que la situación de pertenencia ( insider) al centro y al ciclo de la observadora, y la  de no pertenencia   ( outsider), en el sentido de no ser la tutora de los/as alumnos/as observados,  ha contribuido a favorecer la realización de la investigación.
La observación participante se complementó con una observación sistemática de algunas conductas, partiendo de la construcción de un sistema de categorías  que incluye: conductas de evasión, conductas relacionadas con el hogar, comportamientos agresivos y conductas relacionadas con la solución de conflictos.
ANÁLISIS DE LOS REGISTROS Y PROPUESTAS DE ACTUACIÓN
El resultado de las observaciones ha sido muy enriquecedor y nos permite como pretendíamos desarrollar algunas orientaciones prácticas para el profesorado de esta etapa .A continuación pasamos a detallar los resultados obtenidos.
RESULTADOS DE LAS ACTUACIONES
El resultado de las observaciones nos permite afirmar que niños y niñas juegan de forma distinta, y que estas diferencias se orientan en la dirección de los estereotipos de forma que:
 Las niñas desarrollan más conductas de cuidado y atención a otras personas, sean estas representadas por muñecos o compañeros/as de juego, que los varones.
 Cuando los varones realizan conductas de cuidado, parecen sentirse ridículos, se ríen y burlan de sus propios comportamientos y hacen comentarios jocosos sobre los muñecos-bebé.
 Las niñas presentan posturas más próximas a las reales en el cuidado de bebés, en la forma de coger los muñecos, arroparlos, darles la papilla, etc que las que utilizan los niños .
 Las niñas realizan también más labores domésticas como planchar, tender, fregar, cocinar, etc que sus compañeros varones.
 Los niños protagonizan más conductas violentas o agresivas durante el juego, sean estas reales o simuladas.
 Los niños se identifican con mayor frecuencia que las niñas con animales o personajes malvados que agreden o  atacan a los otros.
 Cuando el grupo que juega es mixto las conductas lúdicas se manifiestan menos estereotipadas que cuando los grupos de juego están compuestos únicamente por uno de los dos sexos.
 Las niñas toleran mal las conductas desenvueltas en la esfera doméstica de sus compañeros masculinos. De forma que en las escasas ocasiones en que los varones realizan tareas de este tipo ellas les retiran de la actividad o los desautorizan.
 El rol de madre es desempeñado con mucha frecuencia por las  niñas durante estos juegos. En cambio el rol paterno aparece con menor frecuencia en los niños.
 La conductas diferenciales se mantienen en los distintos escenarios de juego, aunque se observan ciertas diferencias: Varones y mujeres presentan conductas más estereotipadas en los ámbitos de dominancia de uno y otro género  que en los ámbitos neutros. Es decir que las niñas se aproximan más al estereotipo femenino cuando el escenario es la casita que cuando es el Restaurante o el Centro de Salud; y los niños se comportan de forma más esteriotipada en  el taller mecánico que en los escenarios considerados neutros.
 Ambos, niños y niñas,  utilizan algunas conductas evasivas para huir del escenario  y variar el guión:
 Salir del escenario: algunas veces con la disculpa de ir al servicio o sin disculpa alguna los/as jugadores/as abandonan el escenario de juego. Los niños lo hacen con más frecuencia en la casita y las niñas en el taller.
 Transformación de objetos de forma incoherente con el escenario: Los niños, por ejemplo, en el rincón de la casita transformaban con mucha frecuencia la tabla de planchar en  una tabla de surf. Las niñas, por su parte hacían de los tornillos del taller comida de juguete.
 Transformación de personajes incongruentes con el escenario: los niños con frecuencia tomaban papeles de animales como tiburones, tigres, leones mientras jugaban en la casita. Las niñas se convertían en princesas en el taller.
Aunque estas conductas evasivas son utilizadas por los dos sexos para modificar el escenario o la dirección del juego, son más frecuentes en los varones que en las niñas.
PROPUESTAS DE ACTUACIÓN
Una vez estudiados los distintos comportamientos lúdicos quisiera hacer unas propuestas de actuación para el profesorado de educación infantil:
  En primer lugar se deberían  debatir en las reuniones de ciclo y hacer visibles en el currículo y en la programación de aula los objetivos del juego sociodramático desarrollado en los rincones de juego con una orientación coeducativa.  Un ejemplo de objetivo sería: Desarrollar conductas de cuidado y atención a otras personas en el rincón de la casita, o ampliar el repertorio de conductas lúdicas de chicos y chicas orientándolos/as hacia identidades de género abiertas.
 Favorecer los agrupamientos mixtos, evitando que los grupos de juego se constituyan en función del género.
 Organizar los rincones de juego de forma rotativa. Si se les deja a ellos y ellas elegir el  rincón de juego se asientan más en el estereotipo.
 Realizar propuestas de juego variadas y amplias que incluyan ámbitos de dominancia femenina, masculina y  neutra.
 Ampliar los esquemas que niños y niñas tienen sobre roles, instituciones  o situaciones sociales para favorecer el enriquecimiento del juego y  disminuir las conductas evasivas que antes hemos  explicado. Esto puede hacerse a través de videos, visitas a establecimientos o lugares de trabajo (taller mecánico, zoológico, pescadería…), conversaciones en gran grupo  o escenificaciones sobre el tema en el aula.
 Y sobre todo estar atentos/as a los comportamientos diferenciales para intervenir en el juego con actitud abierta, proponiendo opciones distintas y situaciones nuevas, que lleven a niños y a niñas a  ampliar sus  esquemas lúdicos en las parcelas en las que se muestran más pobres y estereotipados .Por ejemplo proponiendo en la casita que  era el padre el que llevaba a los hijos/as al colegio.
La conclusión de esta experiencia es que aún queda mucho trabajo por hacer. Que las diferencias de género, que muchos de los profesores y profesoras atribuyen a factores genéticos o lo que de forma tan abstracta llamamos  sociedad; se manifiestan desde muy temprano. Y la escuela contribuye, como otras instituciones, a favorecer las desigualdades, a menos que tomemos conciencia y hagamos algo al respecto. No podemos esperar que nada cambie si desde nuestro papel nos dedicamos a perpetuarlo.

Emma Lobato Gómez, profesora de Educación Infantil  y licenciada en Psicología y Pedagogía por la Universidad de Oviedo.

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martes, 10 de diciembre de 2013

Muñecos: la importancia de jugar a imitar

A medida que vamos acompañando a nuestro bebé en su desarrollo y crecimiento, tanto físico como emocional , nos vamos dando cuenta de que en ocasiones, todos pasan por unas etapas y fases muy marcadas.

Desde el nacimiento, nuestro bebé se ha interesado por todos los objetos que tiene a su alrededor; los nuevos colores, sonidos, texturas, etc. Todo se lo lleva a la boca y todo lo quiere tocar poniendo a prueba hasta el más robusto y seguro de los mecanismos.



Pero de pronto, alrededor de los 20-24 meses, su interés cambia y se centra más en los muñecos y sus accesorios, en las profesiones, en imitar hábitos de la vida cotidiana. Poco a poco observamos como comienzan a imitar situaciones de su entorno más inmediato.

Se trata del inicio de una etapa del desarrollo emocional y social que denominamos Juego Simbólico o de Imitación.

¡¡Se trata del juego infantil por excelencia!!

Los niños/as que se encuentran en esta etapa de su desarrollo utilizan este tipo de juegos para asimilar la realidad de su entorno, para representar situaciones de su vida cotidiana, lo que les facilita la aceptación y entendimiento de normas y costumbres sociales y les ayuda a formar parte de su entorno social.

Una vez que nuestro hijo/a comience esta etapa del juego debemos poner a su alcance el material adecuado como muñecos-bebé a los que cuidar, dar de comer, cambiar el pañal, sentar en el orinal, vestir, etc. También querrá ser profesor, mecánico, médico, querrá tomar el té o limpiar la casa como lo hacen mamá y papá.

Veremos como, los pequeños/as en su juego, inventan situaciones donde se mezclan la realidad y la imaginación, se crean situaciones de vida real llenas de inocencia con pequeñas normas y reglas que se manifiestan como sutiles reafirmaciones de su personalidad y son significativas de su entendimiento del mundo.
Por ese motivo también nos encontramos en una fase en la que observando sus juegos y comentarios podemos hacer valoraciones sobre su desarrollo y estado emocional ya que imitará lo que oye y lo que ve tanto en casa como fuera de ella. Por ese motivo debemos prestar especial atención a nuestro vocabulario y nuestras acciones.


Os animamos a que disfrutéis de esta etapa del desarrollo de vuestros hijo/as y sobretodo, os animamos a que les observéis detenidamente ya que os veréis reflejados en sus juegos y comentarios. Además es una actividad en la que podemos participar activamente con ellos; tomando un desayuno ficticio, siendo el paciente de nuestro pequeño doctor o llevando el coche al taller de nuestro mecánico más guapo!!

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sábado, 7 de diciembre de 2013

Importancia de los muñecos y juguetes en los niños

El juego es cualquier tipo de actividad que aprendemos por puro placer, sin ninguna preocupación por el resultado final. En el caso de los niños y niñas adquiere una vital importancia ya que mediante el juego crecen física, espiritual e intelectualmente. Con el juego el niño pone en marcha los mecanismos de su imaginación, expresa su manera de ver el mundo que le rodea, de transformarlo, desarrolla su creatividad y le da la posibilidad de abrirse a los demás.
Es vital en muchos aspectos del desarrollo social, emocional e intelectual de los niños (as) y presenta una importante repercusión en el aprendizaje académico. Es uno de los vehículos más poderosos que tienen los niños para probar y aprender bien nuevas habilidades, conceptos y experiencias. El juego puede ayudar a los niños a desarrollar el conocimiento que necesitan para conectarse de manera significativa con los desafíos que encuentran en la escuela. Contribuye al modo en que los niños se ven a sí mismos. Mientras juegan, resuelven problemas confusos y perturbadores de índole social, emocional e intelectual. Encuentran nuevas soluciones e ideas y experimentan el sentido de poder que surge de tener el control y de imaginar cosas por sí solos (algo que los niños suelen no lograr en la vida real).
Esto los ayuda a desarrollar una actitud positiva hacia el aprendizaje: descubrir cómo funcionan algunos problemas interesantes y a resolverlos de manera creativa. Tiene un gran poder socializante pues ayuda al niño a salir de sí mismo, a respetar las reglas que hacen posible una convivencia pacífica, a compartir y a cuidar su entorno. Asimismo, el juego individual de cada niño (a) evoluciona y cambia a medida que el niño madura y adquiere experiencia y destreza. Varía entre los niños de acuerdo a la edad, las experiencias, el ambiente familiar y la disposición individual.
Los cambios en la infancia que han ocurrido en los últimos años debilitan paulatinamente la calidad de juego de muchos niños. En la escuela se ha reducido el "tiempo para jugar" ya que se da más importancia a la enseñanza "básica" a edades cada vez más tempranas. Los niños y sus padres tienen vidas muy ocupadas, por lo cual tienen menos tiempo libre para jugar fuera de la escuela. Por motivos económicos y de seguridad, la cultura de juego en el barrio que existía, ahora es algo del pasado; debido a que los niños no tienen la libertad que se tenía años atrás para jugar en el barrio.
Actualmente cuando los niños tienen tiempo para jugar, buscan generalmente ver televisión (un promedio de cuatro horas por día), sin mencionar el tiempo adicional que gastan viendo videos ó jugando con aparatos electrónicos. Pero de todos los factores que afectan el juego, pocos han tenido un impacto tan inquietante como los cambios que han sufrido los juguetes en la última década.
El juego según la edad:
0 a 2 años: Etapa de los juegos funcionales, el niño ejercita sus funciones ensayando movimientos con las manos y los brazos. Aquí tienen lugar los juegos “hedonísticos” o de búsqueda de placer. La inteligencia es motriz, lo que implica que no representa a los objetos sino los tiene delante y se pierden cuando desaparecen de su campo visual. Su principal actividad es exploratoria, busca el objeto nuevo porque necesita manipularlo.
Se calcula que un niño de año y medio dedica el 60 por ciento del tiempo durante el que está despierto a jugar. Prefieren hacerlo con sus padres y hermanos o solos, eso sí, siempre cerca de su papá o de su mamá para no sentirse inseguros.
2 a 7 años: Aparece en el niño (a) la capacidad de representación simbólica. Ya puede representar objetos sin necesidad de que estén presentes antes sus ojos. Adquieren gran importancia los juegos de imitación. En esta etapa los juguetes deben servir para despertar y fomentar la fantasía.
7 años en adelante: Ya las reglas del juego están instauradas y adquieren su mayor importancia los juegos sociales.
Importancia de los juguetes:
Los juguetes tienen una influencia muy importante en el juego. Algunos juguetes tienden a promover un juego de mayor calidad que otros. Los juguetes multipropósitos y desestructurados, como arcilla, bloques, figuras genéricas y muñecas, alientan un tipo de juego que los niños pueden controlar y moldear para satisfacer sus necesidades individuales a través del tiempo. Los juguetes muy realistas o estructurados, como los muñecos de acción que se basan en programas de TV o películas y, también, en muchos vídeos juegos, pueden tener un efecto opuesto. Les "indican" a los niños cómo deben jugar y los pueden guiar a jugar con temas particulares de modos particulares, simplemente usando juguetes que intentan imitar lo que ven en la pantalla del televisor o el cine. La mayoría de los juguetes que más se venden en la actualidad corresponden a la categoría de los muy estructurados, que están estrechamente vinculados con los medios de comunicación. En la medida en que los estantes de juguetes de los niños y niñas estén repletos de este tipo de juguetes, el juego y el aprendizaje sufrirán las consecuencias.
Cuando los niños se tornan dependientes de los juguetes que les indican a qué jugar y les muestran cómo hacerlo, utilizan su tiempo de juego imitando los guiones de otras personas. Como resultado, la imaginación, creatividad y capacidad de los niños para encontrar problemas interesantes para explorar y resolver, plataforma que contribuye al éxito en la escuela, también puede ser socavada.
El juguete ante todo debe ser un material facilitador de la actividad que deseamos ejercitar mediante el juego. Ejemplo: si el niño está construyendo una torre con cubos, lo importante no son los cubos ni la torre, sino la misma construcción.
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miércoles, 4 de diciembre de 2013

Importancia de los muñecos en los niñosLos juguetes son esenciales para el desarrollo del bebé. No es un tema menor, ya que hay peluches, muñecos y objetos, que acompañan a los niños desde el nacimiento hasta la infancia y que pueden ayudar o perjudicar el desempeño de cada uno de ellos. ¿Quién no ha tenido un osito o su animal preferido y aún de grande lo conserva a modo de tierno recuerdo? Los peluches no son perjudiciales para el bebé siempre y cuando no se cree una dependencia. El bebé debe aprender a estar sin ellos y no desesperarse ante distintas situaciones cuando no se tiene al juguete cerca. Desde recién nacidos se los debe educar para que entiendan que a veces podrá tener su juguete y otras no. No es conveniente que el bebé se acostumbre a que para conciliar el sueño debe tener un objeto o juguete cerca, ya que cuando le falte, se verá imposibilitado de hacerlo por sus propios medios. Lo ideal es que el peluche, objeto o muñeco acompañe al bebé durante el día, que juegue con él, se entretenga y se sienta acompañado, pero no durante la noche. Ventajas de los peluches para el bebé: Son suaves. Otorgan una agradable sensación al tacto del bebé Brindan afecto y compañía al niño en su cuna de día y de noche Los diseños llamativos, de colores vivos y divertidos son el mejor regalo para ellos, ya que a través de estos peluches se estimulan los sentidos Son el primer contacto del bebé con las sensaciones Recomendaciones al adquirir un peluche: Debe ser de tamaño pequeño para que el bebé no se asuste al verlo Si es de pelo corto mejor ya que será más duradero Debe ser resistente, ya que el bebé intentará morderlo, sacudirlo y tirar de él La tela de fabricación debe ser suave El peluche debe lavarse con asiduidad, ya que la suciedad acumulada puede hacer que se despierten alergias en el bebé Juguetes recomendados según la edad: De 0 a 1 año: Se aconsejan los juguetes que estimulen los sentidos. Los bebés recién nacidos están descubriendo continuamente cosas nuevas y están muy atentos a los colores, texturas y sonidos Aquellos que brindan afecto como los peluches de animales o muñecos a los que el niño pueda abrazar y sean suaves para acariciar Los juguetes que son fáciles para agarrar y que se desplazan. De esta manera se estimulará el movimiento del bebé que querrá hacer lo mismo que su “amigo” De 1 a 2 años: Las pelotas, cubos, palas son ideales para estimular la vida al aire libre. A esta edad, los bebés están llenos de energía y si se dispone de espacio se aconseja que se experimente con ellos y con juegos y juguetes que se adapten a este medio La construcción y los elementos para encajar son los preferidos de los niños que a esta edad van experimentando con la idea de espacio y tiempo El juego con el agua y la tierra también son complementos ideales que comienzan a desarrollarse a esta edad De 3 a 5 años: Las cocinitas, los coches, los triciclos, las pelotas y los títeres son aconsejables para niños de esta edad

Los juguetes son esenciales para el desarrollo del bebé. No es un tema menor, ya que hay peluches, muñecos y objetos, que acompañan a los niños desde el nacimiento hasta la infancia y que pueden ayudar o perjudicar el desempeño de cada uno de ellos. ¿Quién no ha tenido un osito o su animal preferido y aún de grande lo conserva a modo de tierno recuerdo?
Los peluches no son perjudiciales para el bebé siempre y cuando no se cree una dependencia. El bebé debe aprender a estar sin ellos y no desesperarse ante distintas situaciones cuando no se tiene al juguete cerca. Desde recién nacidos se los debe educar para que entiendan que a veces podrá tener su juguete y otras no. No es conveniente que el bebé se acostumbre a que para conciliar el sueño debe tener un objeto o juguete cerca, ya que cuando le falte, se verá imposibilitado de hacerlo por sus propios medios. Lo ideal es que el peluche, objeto o muñeco acompañe al bebé durante el día, que juegue con él, se entretenga y se sienta acompañado, pero no durante la noche.

Ventajas de los peluches para el bebé:

  • Son suaves. Otorgan una agradable sensación al tacto del bebé
  • Brindan afecto y compañía al niño en su cuna de día y de noche
  • Los diseños llamativos, de colores vivos y divertidos son el mejor regalo para ellos, ya que a través de estos peluches se estimulan los sentidos
  • Son el primer contacto del bebé con las sensaciones

Recomendaciones al adquirir un peluche:

  • Debe ser de tamaño pequeño para que el bebé no se asuste al verlo
  • Si es de pelo corto mejor ya que será más duradero
  • Debe ser resistente, ya que el bebé intentará morderlo, sacudirlo y tirar de él
  • La tela de fabricación debe ser suave
  • El peluche debe lavarse con asiduidad, ya que la suciedad acumulada puede hacer que se despierten alergias en el bebé

Juguetes recomendados según la edad:



  1. De 0 a 1 año:
    • Se aconsejan los juguetes que estimulen los sentidos. Los bebés recién nacidos están descubriendo continuamente cosas nuevas y están muy atentos a los colores, texturas y sonidos
    • Aquellos que brindan afecto como los peluches de animales o muñecos a los que el niño pueda abrazar y sean suaves para acariciar
    • Los juguetes que son fáciles para agarrar y que se desplazan. De esta manera se estimulará el movimiento del bebé que querrá hacer lo mismo que su “amigo”
  2. De 1 a 2 años:
    • Las pelotas, cubos, palas son ideales para estimular la vida al aire libre. A esta edad, los bebés están llenos de energía y si se dispone de espacio se aconseja que se experimente con ellos y con juegos y juguetes que se adapten a este medio
    • La construcción y los elementos para encajar son los preferidos de los niños que a esta edad van experimentando con la idea de espacio y tiempo
    • El juego con el agua y la tierra también son complementos ideales que comienzan a desarrollarse a esta edad
  3. De 3 a 5 años:    Las cocinitas, los coches, los triciclos, las pelotas y los títeres son aconsejables para niños de esta edad

lunes, 2 de diciembre de 2013

La importancia del juego en los niños

 El juego es la actividad más importante de los niños. Los niños juegan, no solo para divertirse o distraerse, también lo hacen para aprender, es su universidad, es el termómetro que mide su salud. El juego no es una pérdida de tiempo, es fundamental para los niños. Un niño que juega está sano física, mental y emocionalmente, mientras que si no juega está enfermo.
Dr. Juan Casado Flores. Jefe del Servicio de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid. Profesor de Pediatría en la Universidad Autónoma de Madrid. Presidente del Comité Científico de la Fundación Irene Megías contra la Meningitis.

 
El juego como indicativo de la salud infantil
  Es más importante que observes la apetencia de tu hijo por el juego, que ponerle el termómetro, vigilar lo que come o hacerle análisis o radiografías. Cuando los niños de cualquier edad están enfermos o deprimidos, dejan de jugar, porque el juego implica una actitud activa y no pasiva, precisa un compromiso físico, emocional e intelectual activo para comprometerse libremente en el juego. El juego es por tanto el mejor indicador de la salud de tu hijo, es tan importante como la comida y el sueño. Si tu hijo juega, duerme y come suficiente, está sin duda sano.
  El juego es la mejor universidad, a través de él, los niños pequeños aprenden a relacionarse con el mundo, desarrollan su imaginación, se implican emocionalmente, imitan a otros niños, a sus padres, mueven sus músculos y articulaciones. El juego es el mejor entretenimiento para la inteligencia, la capacitación de habilidades, las emociones y la actividad física. Más tarde, el juego permite socializar al niño, potenciando las relaciones con otros niños y con su entorno.
  Psicomotricidad, imaginación e inteligencia
 Cuando juegan, los niños ejercitan su cuerpo en crecimiento, aprenden a controlar y coordinar sus músculos, las articulaciones, los movimientos, pero además, estimula la inteligencia y las emociones. Por eso, el juego tiene que ser siempre entretenido, divertido, para que sea voluntariamente aceptado.
 Con el juego los niños adquieren experiencia al conocerse a si mismos y al mundo que les rodea, aprenden a ser imaginativos, a dramatizar, simulando ser otras personas, niños, adultos o animales, aprenden a compartir, tolerar frustraciones, y a representar escenarios y situaciones reales o irreales que les permitirán acercarse al mundo de los adultos.
 El juego es imprescindible en todas las etapas de la infancia, lógicamente cambian el tipo de juego y su significado. Existen casi infinitas formas de jugar, solo limitadas por el espacio que tienen para desarrollar sus juegos, los recursos que les proporcionan los adultos y por su propia imaginación. Por ello los adultos deberían facilitar los medios para jugar, los materiales y el espacio necesario para ello.
 Compañeros de juegos
 Los padres son los primeros compañeros de juego de sus hijos, con ellos aprenderán a imitar sonidos a coger los juguetes que se le ponen en las manos, a tirarlos y deleitarse con el ruido que provocan al caer, más tarde a esconder y encontrar cosas. Poco a poco tu hijo aprenderá a jugar solo durante cortos periodos de tiempo, cada vez podrá entretenerse más tiempo solo, siempre que tenga objetos con los que jugar y espacios para ver; cuando puede desplazarse gateando aprenderá a coger las cosas que le rodean con las que puede desarrollar su imaginación.
 En la edad preescolar aprenderá a jugar con otros niños. El juego le permitirá ser cada vez más independiente, que es el objetivo final de la educación, lograr que tu hijo sea un adulto independiente, equilibrado y bien relacionado con su medio, metas imposibles de conseguir sin el juego.
 ¡Juega con tus hijos!
 Los padres, muchas veces influenciados por la industria del juguete, proporcionan a sus hijos solo “juguetes educativos”, limitando el juego que permite aprender sobre el mundo real, sobre si mismo y sobre su entorno, y esto es tanto o más educativo. Es muy útil y agradable para tu hijo, también para ti, que juguéis juntos, revolcándoos por el suelo, modelando plastilina, cantando, bailando o jugando al baloncesto. Esto no solo mejorará vuestra unión, también hace que tu hijo se sienta mucho más feliz, a la vez que tu puedes recuperar la alegría del recuerdo de tus juegos infantiles.
 Algunos padres, quizás tú, por motivos, generalmente de trabajo, no tienen tiempo de jugar con sus hijos. ¡No saben lo que se pierden! Aunque descubran años después su error, ya nunca podrán recuperar las sonrisas, las alegrías, las emociones y el progreso de su hijo. Aunque sólo sea media hora al día, dedica tiempo a jugar con tu hijo. No para ver la televisión, tampoco para ver como juegan otros niños, muñecos o dibujos animados, sino para que te liberes de todas tus cargas y obligaciones y juegues al escondite, a los indios, o a imitar a quien tu hijo quiera. Y los fines de semana dedícale más tiempo, os lo merecéis.